Las aplicaciones del sector de la estética en cuanto a resistencias eléctricas son muy distintas entre sí.

Sin embargo, las resistencias de uso común son las de inmersión para el calentamiento de agua en equipamientos como saunas, jacuzzis, bañeras de hidromasajes, piscinas...

También las resistencias por contacto, tipo abrazaderas y planas flexibles y rígidas con baja carga para garantizar un calentamiento progresivo y eficaz en aparatos electrónicos de belleza corporal (depilación, esterilizadores...)