La gama de emisores cerámicos de infrarrojos IRU reúne numerosas innovaciones que le permiten responder a las dificultades de los procesos industriales más exigentes: ahorro de energía, rápido proceso productivo, control de la calidad...
Las principales ventajas de la radiación infrarroja respecto a las técnicas de calefacción clásicas basadas en la convección o la conducción son, la rapidez y la flexibilidad de utilización, la ausencia de contacto con los productos que deben tratarse y sobre todo la alta densidad de potencia por superficie que se puede alcanzar.
El emisor IRU está construido con una placa cerámica de 3 mm de espesor resistente a los choques térmicos y con baja inercia debido a su poca masa. La adición de un recubrimiento especial altamente emisivo permite una conversión óptima de la energía eléctrica en radiación infrarroja.
La emisividad total del emisora IRU, calculado a 800 °C, sobre el campo espectral situado de 10 a 7000 cm-1 vale 0'98 (en comparación con el cuerpo negro e = 1). Es decir la eficacia del IRU en relación a una radiación ideal es del 98% sobre todo el espectro infrarrojo. En comparación, el factor de emisión de un cuerpo metálico es de 50%, el de un tubo cuarzo es de 70%.
El la tabla adjunta, se puede observar el comportamiento del emisor IRU relacionando potencia con temperatura superficial. Mediante un regulador de potencia MR1 podemos variar la potencia/temperatura superficial del emisor de tal manera que el emisor trabajará a la longitud de onda indicada. De esta forma, si conocemos el comportamiento del material a calentar frente a una longitud de onda podemos ajustar el emisor para que ofrezca la mejor relación de consumo/eficiencia energética.