Las placas blindadas de cocina están constituidas básicamente por un cuerpo de fundición en cuyo interior se alojan tres resistencias eléctricas calefactoras embebidas en un material aislante eléctrico y buen conductor térmico. Este conjunto va cerrado y protegido con una tapa blindada; un bloque de unión permite una segura conexión. En la zona exterior de la placa se aloja un aro embellecedor de acero inoxidable que permite un correcto acoplamiento con la encimera de la cocina. La superficie calefactora de la placa está protegida con una laca resistente a las altas temperaturas que le proporciona una buena resistencia a la corrosión.